La bailaora Sara Baras puso punto y final a la quinta edición del Metellinum Festival. El teatro Romano de Medellín vibraba con el taconeo de Sara Baras. Vibración que se transmitía a cada uno de los casi 600 asistentes. «Volver aquí siempre es un privilegio, es un entorno mágico», nos contaba la artista poco antes de hacerse presente en el teatro romano de Medellín.
Un escenario que vibró con su baile tan firme como hechizante.
Sobre el escenario montado sobre piedras milenarias sonaron melodías de bolero fusionadas con toques de flamenco tradicionales (seguiriya, soleá, caña, garrotín, bulerías, …) han dado como resultado el espectáculo: ALMA.
«Es un disco muy positivo, con una energía positiva y con mucho sentimiento; buscamos no la tristeza, sino la profundidad», explicaba la artista de San Fernando, que además de bailaora y es la coreógrafa y la directora de su compañía de baile.
Y esa profundidad caló entre un público entregado a la protagonista de la noche: «El público extremeño es muy flamenco y muy cariñoso, tengo la suerte de sentirme muy querida aquí, y por eso doy las gracias siempre», contaba antes de comenzar. Al finalizar, lo volvió a comprobar. Un broche de oro a la quinta edición de un festival joven que, sin embargo, es ya un clásico del verano musical extremeño.